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Francia, una flor

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Detalle de una fachada en la ciudad de Puebla; el resto de la casa posee un estilo afrancesado. «La necedad, el error, la codicia, el pecado invaden nuestro espíritu y agotan nuestro cuerpo; y alimentamos todos nuestros remordimientos como alimentan los mendigos su miseria». El progreso ha llegado a Francia, a través de la ciencia se funda un nuevo imperio donde no cabe la religiosidad; el vacío que dios ha dejado en el hombre moderno ofrece más espacio para el vicio. «Llega la noche, del criminal amiga; viene de puntillas cual un cómplice; el cielo se cierra lentamente como una gran alcoba y el hombre, ya impaciente, en fiera se transforma». La decadencia de nuestra especie es equiparable al inevitable crepúsculo vespertino; el ser humano ha optado por devorarse mutuamente al tiempo que multiplica su desgracia como aquel "encorvado obrero" que regresa a su insignificancia al término de su jornada, el dinero, gobernante del mundo, es movido por «los mórbidos demoni...

El arte del buen vivir

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El refugio del ermita es la casa de la sabiduría, levantada a menudo en la tierra del silencio y la soledad. Quod dolore vacat, non quod suave est, persequitur vir prudens (No el placer, sino la ausencia de dolor es lo que persigue el sabio) « Ή ησυχία φερει ευδαιμονιαν (He hesijía ferei eudaimonían)» es una locución griega que se enseña desde las primeras lecciones de dicha lengua. Se trata de una oración simple: un sujeto (He hesijía), un verbo (ferei) y un predicado (eudaimonían). La traducción literal sería: 'La tranquilidad produce felicidad'. Aristóteles fue un filósofo griego del siglo IV a. C. cuya influencia continúa determinando nuestro pensamiento "moderno" a las formas más arcaicas, pero sofisticadas, de percepción, entendimiento y exteriorización del mundo. "Ética a Nicómaco" es el título de uno de sus tratados, en él se muestran algunos deberes del hombre para llevar a cabo la práctica de la virtud y alcanzar su propia felicidad...

Crowley, la Bestia

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La Congregación de la Lámpara de Invisible Luminiscencia, fundada por Crowley en México, aún existe. «La cima del volcán hervía a pesar de los glaciares que la rodeaban. Mientras ambos hombres subían, la cuerda del guía se rompió, dejándolo caer de vuelta al terreno pedregoso. Arriba, el aprendiz de alpinista había quedado sólo y a no más de medio kilómetro de cráter. Con un triangular en la mano izquierda, Aleister siguió subiendo hasta la boca del Popocatépetl, parecía una metáfora de su búsqueda espiritual, y cuando llegó arrojó el talismán dentro del coloso, detonando inmediatamente en una fumarola que lo dejó inconsciente.» Parecería imposible creer que entrado el siglo XX, cuando el pensamiento teórico había destronado al supersticioso, las prácticas de las ciencias ocultas continuaran existiendo. Son diversos los relatos de héroes de la historia mexicana que estuvieron ligados a experiencias paranormales, como el espiritismo de Francisco I. Madero, por ejemplo. ...

Benavides, el Tapado

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Templo del Espíritu Santo en Puebla (Calle 4 Norte y Juan de Palafox), en cuya fachada estuvo expuesta la cabeza de "El Tapado" «El cadalso estaba recién dispuesto cuando la muchedumbre se arremolinó junto a él. "Parece que ahí viene", "no veo nada", "sí, es él". Voces, murmullos y burlas venían de aquí y de allá. Finalmente apareció vestido de negro y sobre de una mula vieja que había platicado con la muerte más de una vez. El preso fue bajado a empujones y llevado hasta el Santo Oficio que, sin mediar palabra con el acusado, se restringió a dar la bendición. "Exurge Domine et judica causam tuam", dijo cuando el dogal tronó las cervicales y ahí, mientras el cuerpo permanecía suspenso, el sol cayó sobre la tierra.» En mayo de 1683, el puerto de Veracruz vivió una de sus más fieras invasiones de piratas. Aproximadamente ocho mil hombres saquearon la ciudad hasta que fueron muertos por las tropas del virrey en turno. Por ese ent...

El Lirio de Puebla

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Iglesia de la Purísima Concepción (Calle 7 Poniente y 16 de Septiembre). «Asesinarla. El comerciante la persiguió desde el altar empuñando una hoja de doble filo. Los criados se apartaban y la casa parecía carcajearse con el rumor de las corretizas, de los golpes en la pared y de los muebles que se revolucionaban hacia abajo. Sebastián de Tomelín quería matar a su hija. La encontró junto a su ropero y la daga voló hacia su frente clavándose en la madera, de la que brotó un corazón sangrante y herido». El virreinato impulsó en México una evangelización híbrida, pues al tiempo que mantenía las supersticiones del Medioevo, se mezclaba con los ídolos mesoamericanos que mutaban de forma, pero mantenían su contenido. Apariciones demoniacas, milagros y estados extáticos obligaron a la iglesia a aumentar el número de conventos para poder cumplir con su misión de "salvación". Innumerables casos de monjas tocadas por dios se dieron en Europa y América, distinguiendo dos cate...

El Aleph y el Sueño

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«...vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo».      Jorge Luis Borges publicó en 1945 su cuento "El Aleph", cuya historia se centra en la difícil relación de dos personajes, Carlos Argentino y un tal Borges, y en el secreto que el primero esconde en su casa: un orificio a través del cual es posible mirar el universo entero, en cada uno de sus detalles, al mismo tiempo.      El Aleph, como Carlos Argentino lo llama, no mide más de dos o tres centímetros y se esconde en el peldaño diecinueve de la escalera del sótano. De esplendor tornasol, es una puerta a la ...

De oráculos y poetisas

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«La raíz de todos los pecados es la codicia desordenada de alcanzar algunos bienes en este mundo, o de librarse de algunos peligros, o males de él... Y viendo que la ayuda no les viene de Dios, buscan socorro y ayuda de los malos ángeles que son los diablos, porque ellos están muy prestos para cumplir los malos deseos de los hombres».      Pedro Ciruelo fue un teólogo español que publicó su "Reprobación de supersticiones y hechicerías" en el año 1538. Su tratado, descrito en su primera página como 'muy útil y necesario a todos los buenos cristianos celosos de su salvación', está dividido en tres partes: 'La primera habla en general de todas las vanas supersticiones y hechicerías'; la segunda 'trata de la nigromancia y de las otras artes adivinatorias'; la última 'habla de las hechicerías que se ordenan para alcanzar algunos bienes, o para librarse de algunos males'.      De la variedad de artes adivinatorias que Ciruelo enuncia, la...